PATENTES de ALUMINIO:
Probablemente por razones de economía se comenzaron a fabricar las patentes de aluminio, además de las enlozadas que se seguían produciendo. Su manufactura era seguramente mas ágil y barata, ya no se dependía del h orneado del enlozado y se utilizaban balancines de estampado para las letras y números. Sin embargo para los automovilistas este tipo de material elegido, no fue del todo práctico por lo frágil. Además la pintura se deterioraba fácilmente por los efectos climáticos como el sol y la lluvia e incluso se salía rápidamente. Si bien las patentes enlozadas eran muy frágiles también, sobre todo a los golpes entre un vehículo y otro o a las piedras, por lo menos el factor climátic o no incidía para nada en su deterioro. Mientras las enlozadas se emitieron por espacio de mas de 30 años, las de aluminio se usaron por un período de no mucho mayor a 13. De las mas antiguas que tengo conocimiento datan del año 1922, las mas modernas del año 19 35. La convivencia entre patentes de aluminio
con las enlozadas en la década del los años '20 y '30 es muy notoria. Hay varios ejemplos en los que algunas localidades que venían entregando
a sus automovilistas patentes enlozadas, optaron por cambiar a las de aluminio y sin embargo al año siguiente volvieron a emitir patentes enlozadas. Los motivos no están del todo claros para mí, aunque sospecho que distintas empresas competían por la provisión
de patentes y todo se reducía a un tema de costos para los Municipios o Comisiones de Fomento, para optar por unas u otras. En el caso particular de las emisiones que tenían el nombre del Partido en vez de el de la localidad, tal es el caso de la provincia de Buenos Aires hasta el año 1936, la decisión por unas u otras debería ser mas difícil aún. La serie de patentes
de la ciudad de Neuquén de los años 1927 a 1930 es un claro
ejemplo de los sucesivos cambios en la elección del material para
las patentes que se usaron en cada uno de esos años. Hay mas ejemplos:
 
Hay muchos que no valoran tanto las patentes antiguas de aluminio porque la mayoría de ellas están sin el color original y una alta proporción están muy maltrechas, abolladas y agujereadas. Entre todas las piezas de aluminio que pude conseguir y tengo en mi colección, personalmente las valoro mucho a todas, a pesar del estado que tienen. Yo particularmente creo que en general no sobrevivieron muchas piezas de aluminio por dos motivos, el primero muy sencillo: fueron menos los años que se fabricaron; y el otro: que el aluminio es fácilmente reciclable y una enorme cantidad fueron a parar a las compraventas de metales durante las décadas subsiguientes y se perdieron.
No hay tanta variedad ni combinación de colores en los diseños de
este tipo de patentes como con las enlozadas. En la mayoría de los casos el color de la base es el único existente, y el color de las letras y números se generan con el aluminio mismo. Solo unas pocas tienen un segundo color sobre letras y números, como por ejemplo la patente de 1927 de Esperanza, Santa Fe. Hay patentes que tienen solo una pestaña perimetral a modo de refuerzo y otras, con una manufactura mas elaborada, tienen un alambre grueso en su contorno recubierto por los bordes del aluminio de la misma patente.
Los tamaños también son bastante uniformes en general aunque no están tan estandarizadas como las enlozadas o las de chapa. En algunos casos la patente delantera y la trasera difieren en su dimensión, tal el caso de algunas del partido de Ayacucho, provincia de Buenos Aires, un juego que tengo de la ciudad de Neuquén y otros dos de Ceballos, La Pampa.
En algunos casos se optó por agregarle a la patente en forma de punzonado, un sello de validación redondo con el nombre de la Municipalidad emisora y el año, además del año que ya venía
estampado en la patente.
La Ciudad de Buenos Aires lo aplicó
en muchas de sus chapas, seguramente como prevención adicional a
falsificaciones (patentes #222 de 1930 y #8520 de 1931). También
la gran metrópoli optó muchas veces por agregarle el escudo de
la ciudad, que se ve claramente en sus patentes enlozadas y algunas de aluminio
como la número 222. Entre estas dos patentes de aluminio es claro
cómo deferían en diseño las patentes de una misma localidad
entre un año y otro.
Las obleas intercambiables con el año, tan comunes en patentes de chapa
después de los años '40, no se ven en este tipo de patentes y si se usaron probablemente hay muy pocos casos. Igualmente la ciudad de Mar del Plata tuvo
una emisión menor de algunas chapas con una oblea intercambiable, al menos en los años 1929 y 1933, que se daban al los vehículos en "Tránsito" y poseen
una oblea con algún tipo de categoría impresa, todavía no muy clara para mí.
Entre todas las patentes enlozadas que tengo en la colección y he visto en mis años de "exploración", no encontré un
solo caso en el que el número
de la patente, ya sea de una o dos cifras,
tenga antepuestos los dígitos "cero", tan comunes en
las patentes de chapa. Entre las patentes de aluminio, y guiándome por las piezas que tengo y he visto, se verifica también este detalle.
Sin embargo, y como en tantas otras excepciones a la regla, en la localidad de Vertiz, en la provincia de la Pampa, se utilizó una pieza de aluminio de tres cifras con dos ceros iniciales en el número de la patente.
En cuanto a las categorías que figuran en estas piezas, hay muchas correspondientes a autos de uso privado, con la letra "P" o bien la palabra "Particular". Hay de "Camión", "Acoplado" , "Omnibus", "Tránsito" o "Temporal". Otras tantas simplemente tienen la subcategoría como 1A, 2A, A, C, G, etc.
o no tienen categoría alguna. La patente de Puerto Madryn, provincia de Chubut, de 1932 ofrece como categoría la combinación de letras "C T" de las que no tengo referencias. Se podría especular con combinaciones de palabras como: "Control de Tránsito" o "Comisión de Transporte", pero definitivamente se precisan datos mas ciertos.

Una patente muy linda es la que se hizo para el Partido de Tandil, provincia de
Buenos Aires, en el año 1931, con en logo de la enorme y famosa Piedra Movediza, que según cuenta la historia se cayó en 1912. Este tipo
de logo se repite en la versión de chapa, usada en 1936, que fue el último año en que se emitieron en la provincia Buenos Aires patentes con el nombre del Partido.
En la localidad de Los Quirquinchos, provincia de Santa Fé, usaron una patente con curioso diseño. Aunque la patente no trae el año, se estima que es de las primeras patentes que se hicieron para reemplazar a las enlozadas, tal vez año 1921 o 1922.
A su vez, en la localidad de Guaymallén, provincia de Mendoza, los fabricantes de esta patente de aluminio del año 1931 decidieron poner el nombre de esta localidad en forma abreviada, una verdadera rareza. 
También dentro de este tipo de patentes encontramos casos de errores en la confección de las mismas: por ejemplo en 1928 el proveedor de las piezas
destinadas a la ciudad de Neuquén tuvo algún operario distraído que estampó la palabra "NEUQEN" y luego corrigió su error sobre la misma patente agregándole la "U" que se había olvidado. Nótese de paso la precariedad en la confección de esta patente: la alineación de las letras para formar la palabra NEUQUEN deja mucho que desear y además las dos letras "E" tienen distinto tamaño, (algo que por otra parte es bastante común asimismo en las patentes de chapa).
Hay una serie de patentes de aluminio sólido que se emitieron en la provincia Buenos Aires, muy probablemente en los años '50, con un extraño formato. Son un tanto difíciles de categorizar. Personalmente supongo que son patentes provisorias que se hicieron en comercios dedicados a tal fin, mientras se gestionaban las de reposición en forma oficial. Como un detalle original, parece que le agregaban la localidad donde el vehículo estaba radicado.
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